Ante la polémica desatada por el
otorgamiento de la medalla de oro de la ciudad de Leganés a Tomás Sebastián
González, Laureano Cuerdo Gómez y José Luis Requejo Rodríguez, quiero
manifestar lo siguiente:
Que ni yo ni mis tres
compañeras/os #NoAdscritosAlGobierno nos hemos opuesto en ningún momento al
otorgamiento de la medalla de oro a estas tres personas. De hecho en el pleno
del 15 de diciembre en el que esto se aprobó, y en el que precisamente tomé yo
la palabra para explicar nuestra postura, expresamos que la única medalla a la
que nos oponíamos era la concedida al Colegio de la Inmaculada de las Hijas de
la Caridad de San Vicente de Paúl por ser un colegio religioso concertado.
Pedimos el voto por separado de cada una de las medallas y se denegó por parte
del Alcalde, argumentando que la propuesta incluía todas las medallas juntas.
Quiero manifestar aquí que la orden religiosa a la que se homenaje en nuestra ciudad, las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, tiene denuncias en otras ciudades españolas: En Vigo por presuntas agresiones a menores internos (http://www.publico.es/sociedad/menores-centro-acogida-concertado-xunta.html) e incluso de presunto robo de niños durante los años 60 en Tenerife (http://elpais.com/diario/2011/03/27/sociedad/1301180402_850215.html).
Que como militante del PCE y trabajadora de la Asesoría Jurídica de CCOO siento un profundo respeto por las víctimas de la matanza de Atocha y me siento por completo identificada con los valores que estas personas defendieron en su día y que pagaron con su vida. De hecho, y siempre que mi horario laboral me lo ha permitido, he acudido a los actos de homenaje que se han organizado.
Que aceptar una medalla de la ciudad a condición de que se entregue también a una orden religiosa con unos antecedentes como los que expreso aquí es una decisión personal que no voy a entrar a valorar pero desde luego yo nunca haría.
Que la campaña que se está haciendo diciendo que yo he votado en contra del reconocimiento a estas personas es completamente falsa, como ya he explicado aquí. Responde solo al enfrentamiento interno en el seno de Leganemos, el mismo que en octubre tuvo como consecuencia que tres compañeras más y yo fuésemos expulsadas del Grupo Municipal de Leganemos y pasásemos a no adscritas mediante una cacicada dirigida por su portavoz Francisco Muñoz y que actualmente se encuentra impugnada judicialmente.
Utilizar la memoria de los Abogados de Atocha como arma arrojadiza para los enfrentamientos internos no solo no contribuye en nada a que la Izquierda de nuestra ciudad avance, sino que además me parece un acto de mezquindad sin límites. La ética que como personas de izquierdas deberíamos tener hace necesario que dejemos a un lado cuestiones tan sensibles como la memoria de aquellas personas que fueron asesinadas o encarceladas por el franquismo y que dieron su vida por la libertad y la democracia en este país.
Mientras la izquierda de nuestra ciudad nos desangramos en enfrentamientos cainitas, el Ayuntamiento sigue dirigido por los partidos del Régimen, en los que el minoritario gobierno de PSOE-Bejarano sigue apoyándose en el Partido Popular para apoyar las cuestiones de mayor calado, configurando una evidente alianza en defensa del sistema imperante.
Hago un llamamiento a toda la izquierda de la ciudad, y especialmente al sector encabezado por la actual dirección de Leganemos, a que, visto que no hemos sido capaces de llevar a cabo un trabajo conjunto, establezcamos al menos como prioridad la mejora de las condiciones de vida de la ciudadanía de Leganés y no el enfrentamiento interno, y por supuesto que no usemos la memoria democrática como arma arrojadiza, en respeto a todas esas personas que lucharon por los valores en los que tanto ustedes como nosotras/os nos sentimos reconocidas/os.
Quiero manifestar aquí que la orden religiosa a la que se homenaje en nuestra ciudad, las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, tiene denuncias en otras ciudades españolas: En Vigo por presuntas agresiones a menores internos (http://www.publico.es/sociedad/menores-centro-acogida-concertado-xunta.html) e incluso de presunto robo de niños durante los años 60 en Tenerife (http://elpais.com/diario/2011/03/27/sociedad/1301180402_850215.html).
Que como militante del PCE y trabajadora de la Asesoría Jurídica de CCOO siento un profundo respeto por las víctimas de la matanza de Atocha y me siento por completo identificada con los valores que estas personas defendieron en su día y que pagaron con su vida. De hecho, y siempre que mi horario laboral me lo ha permitido, he acudido a los actos de homenaje que se han organizado.
Que aceptar una medalla de la ciudad a condición de que se entregue también a una orden religiosa con unos antecedentes como los que expreso aquí es una decisión personal que no voy a entrar a valorar pero desde luego yo nunca haría.
Que la campaña que se está haciendo diciendo que yo he votado en contra del reconocimiento a estas personas es completamente falsa, como ya he explicado aquí. Responde solo al enfrentamiento interno en el seno de Leganemos, el mismo que en octubre tuvo como consecuencia que tres compañeras más y yo fuésemos expulsadas del Grupo Municipal de Leganemos y pasásemos a no adscritas mediante una cacicada dirigida por su portavoz Francisco Muñoz y que actualmente se encuentra impugnada judicialmente.
Utilizar la memoria de los Abogados de Atocha como arma arrojadiza para los enfrentamientos internos no solo no contribuye en nada a que la Izquierda de nuestra ciudad avance, sino que además me parece un acto de mezquindad sin límites. La ética que como personas de izquierdas deberíamos tener hace necesario que dejemos a un lado cuestiones tan sensibles como la memoria de aquellas personas que fueron asesinadas o encarceladas por el franquismo y que dieron su vida por la libertad y la democracia en este país.
Mientras la izquierda de nuestra ciudad nos desangramos en enfrentamientos cainitas, el Ayuntamiento sigue dirigido por los partidos del Régimen, en los que el minoritario gobierno de PSOE-Bejarano sigue apoyándose en el Partido Popular para apoyar las cuestiones de mayor calado, configurando una evidente alianza en defensa del sistema imperante.
Hago un llamamiento a toda la izquierda de la ciudad, y especialmente al sector encabezado por la actual dirección de Leganemos, a que, visto que no hemos sido capaces de llevar a cabo un trabajo conjunto, establezcamos al menos como prioridad la mejora de las condiciones de vida de la ciudadanía de Leganés y no el enfrentamiento interno, y por supuesto que no usemos la memoria democrática como arma arrojadiza, en respeto a todas esas personas que lucharon por los valores en los que tanto ustedes como nosotras/os nos sentimos reconocidas/os.
